Vale la pena recordar a proposito de las fechas ambientales, que hace muchos años, un intelectual comprometido, hablaba y debatia sobre la Educación Ambiental en Colombia y el mundo. Esa persona estuvo muy cerca. Acá en Pereira en la Universidad Tecnológica. Sin que muchos lo conocieramos, hemos podido aprender de su herencia por otros que si tuvieron el gusto de compartir con él.
Aprovechando que el 26 de enero se celebra el Día Nacional de la Educación Ambiental, Luis Alberto Ossa, una de esas tantas personas que aprendieron de André Vernot Santamaría, traen al recuerdo y hacen vigente sus ideas, a través de este articulo.
NOTA: Siendo este un espacio para la divulgación de ideas y propuestas encaminadas a generar discusiones y aportes entorno a la Educación Ambiental y la participación ciudadana para la gestión ambiental. Los invitamos a compartirnos documentos y textos relacionados.
26
de enero de 2014
Día Nacional de la Educación
Ambiental
En conmemoración del maestro y ambientalista André
Vernot Santamaría
Luis Alberto Ossa Patiño,
Ambientalista, Pedagogo, Médico.
Laop10@gmail.com
Pereira, enero de 2014
“Documento borrador de trabajo para
propiciar reflexiones”
Para tratar de la Educación Ambiental es
necesario, primero que todo, definir las herramientas o tenazas ideológicas con
las cuales se asumen los dos términos que integran el concepto: el
ambientalismo y la educación. Por esta ocasión enfatizaré en el carácter
multifacético e integral del ambientalismo.
El Ambientalismo es la Filosofía de
las relaciones Sociedad - Naturaleza, es decir de las interacciones entre las
dialécticas de la naturaleza y de la sociedad. Las diferentes corrientes de
pensamiento ambiental se diferencian, en términos teóricos, en la
interpretación de quien es el polo dominante que guía o dirige las relaciones
Sociedad - Naturaleza: la vida natural o la economía política. Los
ambientalistas gubernamentales y empresariales prefieren considerar a la
naturaleza como el polo dominante, suponiendo, o queriendo hacer creer, que las
crisis ecológicas y ambientales se pueden superar con cambios o reacomodos en
el polo natural: sembrando arboles, reciclando desechos, aplicando estrategias
tecnológicas, etc., con mínimos o ningún cambio en los terrenos de la sociedad
y la economía política.
El Ambientalismo es la CIENCIA de
las relaciones Sociedad - Naturaleza, es decir del estudio experimental de la
interacción entre los fenómenos naturales y sociales, comprendidos a partir de
leyes universales que permiten identificar los procesos naturales y sociales,
sus interacciones y la vida misma, con sus devenires y opciones de futuro
previsible. Es la ciencia de la vida natural a partir de la influencia
determinante de la vida y la sociedad humana. Y la ciencia de la vida humana a
partir de la liberación dialéctica del animal humano de las leyes de la
naturaleza, gracias al trabajo y la cultura. Un ejemplo ilustrativo se encuentra
en las opciones de terapia médica: ALOPATÍA o curar el enfermo en contra vía de
sus propios procesos sanatorios intrínsecos y homeopatía o potenciar en el
cuerpo del enfermo sus propias capacidades curativas.
El Ambientalismo es la TÉCNICA de
las relaciones Sociedad - Naturaleza, es decir de los saberes prácticos que
permiten a la sociedad producir los bienes y servicios de uso y consumo que
requieren los ciudadanos para el pleno desarrollo de sus potencialidades
humanas, sin afectar los procesos y los equilibrios naturales que, garantizan
la vida en el planeta. En términos prácticos ello significa el trabajo humano
transformando la naturaleza mediante la estrategia de aprovechar la oferta de
recursos naturales y superar las limitaciones que los procesos y equilibrios naturales
nos proponen. Entre muchos otros casos se puede citar el ejemplo de la
contradicción entre las opciones de AGROECOLOGÍA o agricultura tradicional
campesina vs AGROINDUSTRIA multinacional atada a los pesticidas y demás
agroquímicos.
El Ambientalismo es la ÉTICA de
las relaciones Sociedad - Naturaleza, es decir del pacto histórico entre la
vida humana y la vida natural, para compartir respeto y solidaridades. La ética
ambiental nos exige evitar el antropocentrismo que nos sugiere que el animal
humano es el rey y amo de la naturaleza con licencia para actuar sobre la vida
natural sin límites diferentes a los de sus propios intereses inmediatos. La
ética ambientalista supone considerar a todas y a cualquier expresión de la
vida natural como algo sagrado aunque influido de forma muchas veces
determinante por la sociedad; y a la vida humana como el valor supremo de la
sociedad.
El Ambientalismo es la ESTÉTICA de
las relaciones Sociedad - Naturaleza, es decir el gusto preferencial por las
expresiones estéticas de la vida: paisajes, fenómenos y procesos naturales.
Gusto que en la sociedad moderna se construya en continua contradicción con las
ofertas tecnológicas de lo artificial y lo virtual. Pero esta opción estética
va más allá de usar objetos naturales como adornos, condimentos o
acondicionantes de ambientes artificiales. Supone una especial sensibilidad y
ternura por la observación de los procesos y fenómenos naturales. Ejemplo a
citar es la COMIDA CHATARRA suplementada con vitaminas y minerales en cápsulas
o brebajes vs la alimentación natural basada en frutas, verduras, hortalizas,
granos y carnes blancas de especies menores compradas a productores locales, o
familias campesinas.
El Ambientalismo es también una IDEOLOGÍA de
la vida cotidiana y las relaciones Sociedad - Naturaleza, que se basa en el
respeto y el gusto por la diversidad del pensamiento, la acción y las
expresiones de la vida natural y social. Supone un gusto preferencial por la
vida sencilla y las gentes del pueblo. Como categoría ideológica el
ambientalismo se basa en una profunda sensibilidad por la verdad, la compasión
por los más débiles y el amor por la igualdad y la libertad social.
El Ambientalismo, además, posee un aspecto POLÍTICO,
con importante capacidad de influir sobre las tendencias políticas que definen
los procesos sociales, creándoles limitaciones y posibilidades filosóficas,
ideológicas, éticas, estéticas. El carácter ambientalista que deben poseer los
movimientos y partidos políticos democráticos y populares, que requiere el
pueblo para la construcción de sus proyectos de futuro, va mucho más allá de
los llamados partidos verdes.
La anterior enunciación de algunos de los
aspectos de un ambientalismo integral y multifacético permiten proponer para la
conmemoración del día nacional de la educación ambiental, una reflexión,
retomando las enseñanzas del querido maestro André Vernot, según la cual la
educación ambiental no es una nueva área de la actividad escolar, ni un nuevo
adorno del viejo aparato escolar oficial.
Como diría André, en la creación del nuevo ser
humano se requiere de una auténtica revolución social integral, en la que el
ambientalismo y la educación ambiental poseen un papel protagónico. Y como
diría el querido oceanógrafo y ambientalista francés Jacques-Yves Cousteau, la educación ambiental es lo único que, en
medio de la barbarie actual, nos permite confiar en el futuro de la humanidad.
Pero una educación y una escuela que nos motiven
a soñar con una sociedad justa en términos económicos e igualitaria y libre en
términos políticos, deberá beber y nutrirse del elixir vital de los aportes de
la educación popular y las estrategias de vida, lucha y construcción de saberes
cotidianos de las gentes del pueblo, en la ciudad y el campo; y difícilmente
surgirá de retoques e innovaciones a la vieja escuela burguesa.
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